Great Summit Madrid
El Great Summit Madrid reunió a líderes y expertos para debatir sobre el papel de la inteligencia artificial, los datos y la colaboración humano-máquina en el futuro de las organizaciones.
Inspirando sobre el papel humano en la era de la Inteligencia Artificial
Ayer Madrid acogió una nueva edición del Great Summit, el encuentro que reunió a líderes y profesionales para debatir sobre el papel de la inteligencia artificial y los datos en la transformación de las organizaciones.
La jornada comenzó con la sesión inaugural de Rosi Vivancos, seguida por la ponencia “Lo que nos dicen los datos”, presentada por Jaime Nardiz, que puso en valor cómo la información y el análisis avanzan hacia modelos de decisión más ágiles y basados en evidencias.
Uno de los momentos más destacados fue la mesa redonda “IA y desafíos futuros”, donde se reflexionó sobre la colaboración entre humanos y máquinas, las tareas que pueden automatizarse y cómo la inteligencia artificial está redefiniendo el liderazgo y la gestión del cambio. En este espacio participó Fran Salinas, aportando su visión sobre el equilibrio entre tecnología y factor humano en los entornos de trabajo del futuro.

En su exposición, Fran profundizó en cómo la IA puede convertirse en una herramienta estratégica si se aplica con propósito, ética y visión de largo plazo. Subrayó la importancia de que las empresas adopten una mentalidad de colaboración entre personas y algoritmos, en la que la automatización se enfoque en liberar tiempo y talento para tareas de mayor valor.
“La inteligencia artificial no viene a sustituirnos, sino a potenciarnos. El reto está en aprender a combinar lo que la tecnología hace mejor con aquello que solo los humanos sabemos hacer bien”.
En su exposición, Fran profundizó en cómo la IA puede convertirse en una herramienta estratégica si se aplica con propósito, ética y visión de largo plazo. Subrayó la importancia de que las empresas adopten una mentalidad de colaboración entre personas y algoritmos, en la que la automatización se enfoque en liberar tiempo y talento para tareas de mayor valor.
También hizo hincapié en que el verdadero impacto de la inteligencia artificial no reside únicamente en la eficiencia, sino en su capacidad para amplificar la creatividad, la toma de decisiones y la innovación humana. En este contexto, insistió en que las organizaciones que logren integrar la IA de manera ética y centrada en las personas serán las que marquen la diferencia, fortaleciendo su cultura, su capacidad de aprendizaje y su liderazgo.
Del Great Summit Madrid podemos sacar una conclusión clara: la clave del futuro no está solo en adoptar tecnología, sino en aprender a convivir con ella, integrando la innovación de forma ética, humana y sostenible. La jornada sirvió para recordar que el progreso no se mide únicamente en agentes o automatización, sino en la capacidad colectiva para poner la inteligencia artificial al servicio del talento humano. Os dejamos algunas imágenes de la jornada.






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